Tips y consejos de belleza

El jabón ha existido desde épocas remotas. En el imperio romano se elaboraban a base de arena, leche, aceites, flores, plantas y ungimientos.

Sin embargo, al llegar la Edad Media, el uso del jabón y del baño se vio como algo inmoral y en cambio se utilizaron fuertes perfumes que disimulaban el olor corporal. Luego, en el renacimiento, el jabón nuevamente volvió a su antiguo esplendor hasta nuestros días.

Por esta razón, muchas personas optan por elaborar jabones artesanales con elementos totalmente naturales como almendras, de jojoba, manteca de cacao, avena, germen de trigo, caléndula, entre otros. Lo recomendable es saber cuál ingrediente natural es el que más conviene para nuestro tipo de piel.

La avena es un elemento natural suavizantes que, a la vez, limpia la piel, ayuda a eliminar poros negros, es calmante y antiinflamatoria.

La arcilla verde absorbe el exceso de grasa y elimina las impurezas mientras que el aloe vera o sábila regula la secreción sebácea, es astringente y bacteriana, ideal para mantener a raya el acné.

La naranja es un tónico para la piel y su uso continuado facilita la desaparición de la sequedad en las zonas de la nariz y el mentón.

La manteca de cacao es un ingrediente calmante y suavizante para la piel seca. El aceite de aguacate es rico en vitaminas A, D, E lo que brinda a la piel un efecto antioxidante e hidratante.

La manzanilla tiene propiedades calmantes, relajantes y suavizantes. El aceite de albaricoque, que se extrae de su semilla es, igualmente, calmante y regenerador; ideal para la piel sensible y con tendencia a las manchas cutáneas producidas por el sol.