Tips y consejos de belleza

Para una hidratación máxima, busca lociones con emolientes y humectantes naturales. Algunas de las mejores incluyen áloe vera, soja, glicerina vegetal y aceites de frutos secos y vegetales (como la almendra, el aguacate, la oliva y los aceites de sésamo).

Las pepitas de uva y la nuez de kukui son extraordinarias para las pieles más grasas. Los ácidos grasos esenciales hidratantes se encuentran en los aceites de oliva, de prímula u onagra y de borraja y, además, busca la mantequilla de nuez de karité y nuez de coco, agua de rosas, miel y lirio.

Los ácidos AHA de las lociones hidratantes son unos emolientes extraordinarios debido a su capacidad de exfoliación suave y de protección natural contra la sequedad. Si eliges una crema hidratante con ácidos AHA, sigue cuidadosamente las instrucciones y acuérdate de suprimir los exfoliantes ácidos AHA como un proceso aparte. No quieras exagerar.

Los humectantes proporcionan una capa de protección a la piel, atrayendo la humedad exterior e impidiendo que la interior se evapore. La glicerina es un humectante popular y eficaz; utiliza una variedad obtenida de un modo natural.

Las cremas hidratantes también pueden tonificar, reparar y proteger a un nivel más profundo. Para la piel madura o envejecida, busca productos que contengan ácidos grasos, liposomas o ácido hialurónico.

Las cremas hidratantes con liposomas aportan nutrientes a la capa dérmica de la piel, aumentando su capacidad interna para absorver el agua. El áloe vera es un excelente humectante para todo tipo de pieles, y cuando se aplica su jugo con un algodón, resulta una loción tónica e hidratante.

Para obtener los mayores beneficios de tu crema hidratante, no dejes de probar estas sencillas sugerencias:

• Aplica la crema hidratante a una piel ligeramente mojada para aprovechar esta valiosa humedad.

• No te hidrates con cremas pringosas y grasientas. ¡Tu piel necesita respirar!

• Hidrata especialmente la zona de los ojos, ya que la piel de esta zona tiende a envejecer antes. Y, sobre todo, hazlo con la máxima delicadeza posible.

• Aplica la crema hidratante alrededor de los ojos dando suaves golpecitos con las yemas de los dedos anular y corazón. ¡No estires la piel!

• No olvides hidratar el cuello, que es una elegante prolongación de tu rostro.